Adán, Sergio León in extremis y la diosa Fortuna dan la victoria al Betis.
Cuando las cosas funcionan, todo se pone de cara. El Betis está en dinámica ganadora y, sumado a la calidad y confianza de los nuestros, hasta la suerte nos acompaña. Los de Setién se impusieron ayer en el Coliseum Alfonso Pérez, por cero goles a uno, a un Getafe rocoso que no dejó jugar al Betis en ningún momento.
Pero ayer, sin ser un partido para guardarlo en los anales de la historia bética, el equipo ganó gracias a un extraordinario Adán, que paró un penalti y el posterior rechace a bocajarro, sacó un balón de la línea de gol en el 90’ y salvó todo lo que olía a gol azulón, además, y por qué no decirlo, a que la suerte la tuvimos de cara, que ya era hora. Sergio León a dos minutos del final anotó el gol que hizo que nos lleváramos el gato al agua.
Una cosa hay clara en este segundo tramo de liga, y es que el Real Betis sabe mirar el partido, entenderlo, estudiar las formas y ejecutar las acciones sin que estas tengan que ser las que marcan los cánones "setienistas". El equipo hace buen fútbol y está ganando, pero cuando no se puede hacer buen fútbol por las circunstancias que sean, hay que seguir ganando. Eso hicimos ayer. El Real Betis maduró el partido, no sin apuros, y ejecutó. El Getafe se fue a casa sin puntos y sin goles, algo que por justicia no debería haber pasado, pero así es el fútbol. No ganó quien lo mereció y lo hizo el que marcó, es la ley máxima futbolística.
Bordalás sabía lo que tenía que hacer para atosigar al Betis, y lo hizo desde antes de saltar al césped, qué césped… Seguro que el estado del césped era parte de la defensa que Bordalás tenía preparada para los nuestros. Después vinieron los palos, un duro Getafe que a la primera oportunidad dejaba por los suelos a alguno de los de verdiblancos. Así no podíamos jugar y, aún así, lo intentaban los nuestros, pero era imposible. Para el espectador y el espectáculo, el Getafe no es equipo. Y así se desarrolló una primera mitad que solo podía ser aburrida. La presión del Getafe provocaba que el Real Betis estuviera jugando mucho en la medular, Fabián tuvo a Flamini como su sombra y esa circunstancia coartaba la versatilidad y verticalidad verdiblanca, sin avanzar ni por el centro ni por las bandas. Los de Bordalás buscaban su jugada en largo o a la contra que le diera la ventaja en el marcador, y gracias que no pasó porque darle la vuelta a eso hubiera sido un suplicio, ayer, para el Betis.
El acercamiento de los de Setién en esta primera mitad solo llegaba desde media distancia y Boudebouz era el que lo intentaba, sin suerte.
La segunda mitad cambió algo, el Betis dio un paso adelante y la presión azulona bajó la intensidad, no era normal que los madrileños duraran los noventa minutos con la rabia de la primera mitad.
Las ocasiones del Betis seguían llegando con tiros desde fuera del área, Guardado estuvo cerca, pero tampoco tuvo suerte.
Todo cambió con la fatídica jugada, y penalti inocente, más bien torpe, de Amat, que saca a pasear el brazo a los ojos de todos los presentes, el balón, sin remedio, toca en el brazo del defensor bético. El foco iluminó a Adán y se convirtió en la estrella del partido, ya le tocaba también a nuestro portero llevarse este galardón de forma clara. Adán no solo detuvo el penalti a Portillo, sino que el rechace a bocajarro del mismo ejecutor lo salvó como un portero de futsal y con rabia, mucha rabia.
El Betis se quedó "ojiplático" y el Getafe vio que aquí había dónde rascar, se fue para arriba y llegaron sus ocasiones más claras.
A Antunes le faltó la suerte que tuvo el Betis en un lanzamiento de falta, sensacionalmente ejecutada pero que dio en el poste y recorrió toda la línea de gol bética para acabar saliendo de ella por el efecto que llevaba el balón.
Hasta aquí dábamos, incluso, por bueno el empate después de todo. Pero no, este año tenemos esa cosa al final de liga que te hace sentirte fuerte y hasta el rabo todo es toro, y eso hizo Sergio León, aprovechar el tiempo al máximo. El 88’ fue el minuto de gloria para el cordobés que, gracias al jugadón de Barragán por la banda, perforó la red madrileña con un toque poco ortodoxo, a la vez que sutil, al balón después de un desmarque de listo dentro del área rival.
Y como hasta la prórroga el partido sigue vivo pues hasta ahí sufrimos, un gol fantasma, que ni en la repetición se puede ver claramente si el balón entra o no, hay alguna toma de televisión que parece que entra y otra que quizás no, nos puso el frío en el cuerpo después de vernos ya con los puntos en el saco. La tecnología es necesaria en la liga y una vez más ha quedado claro.
Al final los puntos se volvieron en el Ave con nosotros y nos deja en una estupenda sexta posición que nos da vía libre para luchar por Europa dependiendo de nosotros mismos.
Getafe: Guaita; Damián, Bruno, Cabrera, Antunes; Portillo (Pacheco, 81'), Flamini (Gaku, 81'), Fajr, Amat; Ángel (Hugo Duro, 73') y Jorge Molina.
Real Betis: Adán; Barragán, Mandi, Bartra, Amat, Júnior; Javi García (Joaquín, 78'), Fabián, Guardado; Boudebouz (Sergio León, 68') y Loren (Campbell, 83').
Goles: 0-1, m. 88: Sergio León.
Árbitro: Undiano Mallenco (Colegio Navarro).
Tarjetas: Amonestó a Bruno, Portillo, Amath, Jorge Molina, Marc Bartra, Junior.