lunes, 1 de abril de 2019

Así no vamos a ninguna parte

El Real Betis no fue capaz de pasar del empate a uno en Vallecas frente a un Rayo en el que solo destaca Raúl de Tomás y el resto pone todo el corazón en el campo, pero nada más. Pues ni así. Un punto inmerecido se trajeron los de Setién en un partido que tiró desde el principio, sin ideas, sin alma. El equipo sin intensidad alguna solo compitió apenas diez minutos de partido.
El Betis en la primera mitad saltó al campo, solo eso, saltó al campo. Nada más. El Rayo llevó todo el peso del ataque en el partido y las ocasiones se sucedían una tras otras. La goleada en el descanso no fue una realidad porque el rival era el Rayo y da para lo que da y demos gracias.

Raúl de Tomás avisaba de cabeza. Mandi casi se la mete en su portería al intentar despejar un centro envenenado. Y a la tercera, después de una galopada de Bebé por la izquierda y un centro preciso daba con un Raúl de Tomás de nuevo en el sitio y está vez fusilaba la portería de Pau. Corría el minuto 34, el Rayo se ponía por delante y el Betis no estaba ni por detrás ni por ningún sitio, no estaba sin más. La desesperación del bético, al ver este resultado ante un equipo que está abajo, con nuestros rivales dejándose puntos en la jornada y Europa a tiro, era tremenda.
El Betis perdía y lo hacía tarde porque el Rayo podía haberse adelantado mucho antes a no ser también por las intervenciones de Pau que salvó el estrépito que podría haber sido este acto. Los de Setién seguían sin alma y sin encontrar soluciones que ganen estos partidos porque estos partidos hay que ganarlos por lo civil o por lo criminal.
La segunda parte cambio poco, a decir verdad no cambió nada. El Rayo seguía a modo todopoderoso porque el Betis quería que siguiera así. Raúl de Tomás se encontraba otra vez solo en el área en el saque de un córner que lo remataba fuera por poco. Es incomprensible que en un córner un rival remate en el punto de penalti sin nadie que lo marque, a no ser que sea un partido de infantiles.
No quedó ahí el asunto. Raúl de Tomás seguía a lo suyo y a la defensa del Betis solo le faltaba aplaudirle cada jugada. El madrileño recibió un pase entre Emerson y Mandi y se metió hasta la cocina pero no finalizó con puntería. Otra que perdonaba el Rayo que podía haber hecho 4 goles sin despeinarse.
A todo esto se encendió la luz por un momento en los nuestros y el balón empezó a rondar el área local. Mandi lo intentó sin demasiado peligro por la lejanía. Y luego pareció Canales por el carril del ocho para dejarle un balón a Carvalho en la frontal, el portugués quedó más liberado con la entrada de Kaptoum al campo, Tello entraba por la izquierda como una flecha y el internacional con Portugal se percató de la carrera del catalán abriendo el balón para que este terminara el trabajo, con suerte porque el tiro del extremo lo desvió el defensa para despistar a Dimitrievski. Empate que no merecíamos. Minuto 83 en Vallecas y dábamos gracias por este punto. De pena.
Los minutos finales fueron un quiero y no puedo del Betis.
La primera final de las diez que quedaban como dijo nuestro entrenador cayó en saco roto. Un punto en Vallecas y dando gracias porque el partido fue para llevarnos una goleada y de las que dejan tocados por la situación, por el rival y por el ambiente enrarecido que pulula en la Palmera. O la tortilla da la vuelta o ni el mejor maquillaje tapará la mediocridad en la que se instaló el Betis hace un tiempo.