En labores defensivas el Betis enseñó ser un equipo más serio que lo visto durante la pasada temporada y sin tomar riesgos a la hora de sacar el balón desde atrás, con salidas más en largo. No permitió ocasiones claras al Alavés.
Pieza clave, ya sabido, fue Canales, jugador más importante en el eje del juego bético. Todos los balones de ataque prácticamente pasaban por él. Sí es verdad que a partir de la posición del cántabro hacia adelante costaba generar el peligro, Joaquín no aparecía demasiado y Fekir tampoco estaba fino del todo. Borja Iglesias seguía en las mismas, al delantero debe cambiarle la suerte porque tiene mucho que darnos.
En cuanto ocasiones de los nuestros en la primera mitad apenas hubo, eso sí, la que tuvimos a la media hora de juego hubiera sido una obra maestra si llega a entrar. Un balón que subió por banda derecha Emerson, apoyándose en Fekir, acabó llegándole a Guido, que será un fijo esta temporada si todo va bien, el argentino controló, miró y no se lo pensó dos veces hasta que cargó su pierna y asestó un latigazo lejano que se estrelló en el larguero de la portería defendida por Pacheco.
La posesión era bética y además el equipo de Pellegrini no dejaba a su rival visitar a Claudio Bravo a su área. El partido que estaba haciendo el Betis era serio pero faltaba mordiente.
En la segunda mitad fue el Alavés el que quiso tener el protagonismo y salió de la caseta con más ganas. Estuvo más tiempo en el área bética y la ocasión más clara para ellos llegó pronto, apenas pasaban tres minutos de la reanudación cuando nuestro cancerbero salvaba un balón ya cantado de gol, una mano abajo salvadora. Battaglia no se creía cómo había sacado Bravo su testarazo. Ni Laguardia, que llegó al rechace, se creía cómo su ocasión tampoco entraba, también por la intervención salvadora de Bravo. Dos intervenciones felinas en apenas un segundo y la segunda desde el suelo. Claudio Bravo fue felicitado hasta por el rival.
En el 59 de partido Canales tuvo la suya que no entró porque también repelió su disparo de saque de falta la madera, de nuevo el larguero no dejaba que subiera el uno a nuestro marcador.
El partido se iba al ocaso y el empate parecía la única salida. Los equipos perdieron fuelle y se notó en el juego. Entonces Pellegrini tiró de banquillo y metió a jugar a Ruibal y a Lainez que con cuatro minutos de juego revolucionó el partido. El mejicano provocó dos saques de esquina en dos internadas eléctricas marca de la casa. El segundo córner que provocaba el internacional por Méjico fue el oxígeno que toma alguien al salir del agua, pura vida. El córner sacado en corto le llegó a Tello, que entró también desde el banquillo, el catalán pisaba la esquina del área grande y tras driblar a un defensor se sacaba un potente disparo raso pegado al palo, sitio a donde Pacheco no llegaba. Gol y victoria.
El Real Betis rompía la racha de ocho años sin conocer la victoria en el primer encuentro. Ofrecía muy buenas sensaciones en un partido que típicamente el año pasado acababa perdiendo. Ojalá este año la suerte esté de cara.
Deportivo Alavés: Pacheco; Laguardia, Ely, Duarte; Edgar (Martín, m. 88), Pina, Pere Pons (Sergi García, m. 95), Battaglia, Luis Rioja (Javi López, m. 65); Joselu y Lucas Pérez (Deyverson, m. 65).
Real Betis: Bravo; Emerson, Mandi, Bartra, Álex Moreno; Guido Rodríguez, William Carvalho (Tello, m. 82); Canales, Joaquín (Aitor Ruibal, m. 66), Fekir (Lainez, m. 92); y Borja Iglesias.
Gol: 0-1, m. 94: Tello.
Árbitro: González Fuertes (Comité Asturiano). Amonestó a Luis Rioja, Emerson, Javi López, Álex Moreno, Pina y Borja Iglesias.
