jueves, 11 de noviembre de 2021

OLVIDAR CUANTO ANTES LA SEMANA NEGRA


No fue buena la pasada semana para la nuestros, podría catalogarse como la peor semana de lo que llevamos de año. Después de caer en el Wanda y en Leverkusen, este pasado domingo, el Real Betis volvió a no comparecer en el terreno de juego, ya no solo perder el derbi, que ya es muy lastimoso, sino ni siquiera competir en ninguno de los tres partidos. De ahí el balance de nueve goles encajados en siete días. 

Los de Pellegrini permitieron al eterno rival tener el partido más placentero de la temporada para ello. Un 0-2 muy cómodo y sin despeinarse el equipo de Lopetegui que de haber estado en estado de gracia, no pasan tampoco por su mejor momento de juego, el  marcador podría haber sido escandaloso. Es verdad que cualquier partido cambia cuando existe una expulsión, y Guido Rodríguez la sufrió en el derbi, pero también es verdad que muchos equipos siguen compitiendo, con más sufrimiento evidentemente, cuando se quedan con un jugador menos. El Betis, ni con once ni con diez jugadores, puso trabas al equipo visitante. Tampoco se puede esperar mucho más de un equipo en un partido si apenas se acerca al marco rival. Poco se pudo salvar, por no decir nada, del partido del Real Betis Balompié del pasado domingo.

Ambos técnicos tiraron de pizarra desde los vestuarios y fue Lopetegui el que ganó la partida al ingeniero verdiblanco. El técnico vasco movió mejor las fichas y se hizo con el partido desde el primer minuto.

El Betis salió al campo con poca mordiente y no fue a buscar al equipo visitante a su campo. Los de Pellegrini parecían no querer el balón y se lo quedó el equipo rojo. A partir de ahí los de Lopetegui empezaron a crear y a recibir muy poco o ningún peligro. Solo un tiro de Fekir en los primeros compases del partido fue el que hizo removerse a los rivales de sus asientos, Bono embolsó sin muchos apuros el fuerte disparo del francés. 

El centro del campo pertenecía completamente al equipo visitante. Rodri dejaba bastantes espacios en la medular verdiblanca y Rakitic lo aprovechaba. Guido estaba desbordado y llegaba tarde a muchas acciones. 

Las ocasiones o acercamientos más claros las tuvo el equipo de Nervión con un remate de Rakitic y un centro al área de Montiel al que no llegó a rematar por poco Rafa Mir. El Betis veía como el Var le anulaba un gol a Bellerín por fuera de juego muy justo pero bien señalado.

No estaba haciendo mucho más el rival que el Real Betis pero la falta de intención de los verdiblancos inclinaba más la balanza para el lado visitante. Los de Lopetegui aprovechaba, además, los balones que los de Pellegrini perdían y a raíz de uno de esos Rafa Mir provocaba la segunda amarilla para Guido que se marchaba a los vestuarios antes del descanso. 

EN la primera mitad el balón fue para el rival y en la segunda mitad, contando el Betis con un jugador menos, esa superioridad en la posesión se haría más evidente. El equipo de Lopetegui encontraba más espacios y empezó a atosigar, sobre todo por las bandas, con más vehemencia a los nuestros.

El Betis tiene mucho poder ofensivo, pero si el equipo no tiene el balón en los pies todo ese poder ofensivo se convierte en una traba a la hora de defender, porque no contamos con jugadores todoterrenos que ataquen y defiendan igual de bien. Canales, Fekir y Rodri trabajaban poco en defensa y eso era un caramelo para los laterales del rival que subían la banda como el Correcaminos. En una de esas internadas, Acuña se sacó un zapatazo imparable, un auténtico golazo. No era la primera vez que Acuña pisaba zona de ataque. Tanto él como Montiel ya habían tenido apariciones arriba que no terminaban de conectar sus colegas atacantes para finalizar jugada. El gol era cuestión de tiempo. Corría el minuto 55 y el partido para el Betis pasaba de gris oscuro a negro.

La diferencia de dominio del partido fue creciendo desde el minuto uno. Al principio la balanza del gol podría decantarse por cualquier equipo en una acción aislada pero esa pseudoigualdad fue desapareciendo a favor de los de Lopetegui según pasaban los minutos. Con el gol de Acuña, la superioridad del rival era mucho más que evidente. El Betis estaba noqueado.

El equipo del técnico vasco no estaba especialmente hiriente y parecía conforme con el partido, no era para menos, los ataques de los visitantes no eran ni mucho menos violentos, pero el balón dormía plácidamente en los pases del equipo visitante. La actitud del Betis era suficiente para saber que los de Nervión no iban a pasar apuros. Rafa Mir merodeaba el área de Bravo pero no tenía su día. Tuvimos hasta suerte.

Para dejar más claro, si todavía hacía falta mostrarlo más, el mal partido de los nuestros, Bellerín puso el segundo gol en el marcador rival con un tanto en propia meta después de un pase de Montiel, otro más, al área de Bravo. 0-2 y el partido se cerraba.

Poco más pasó en un encuentro muy cómodo para el eterno rival que vuelve a encontrase la alfombra roja para entrar y salir del Villamarín con los tres puntos.

Real Betis: Bravo; Bellerín, Pezzella, Edgar, Álex Moreno; Guido Rodríguez, Guardado (Juanmi 63'); Rodri (Tello 63'), Fekir (Joaquín 87'), Canales; y Willian José (William Carvalho 46').

Sevilla FC: Bono; Montiel, Koundé, Diego Carlos, Acuña (Augustinsson 87'); Fernando, Joan Jordán (Óliver Torres 75'), Rakitic (Delaney 82'); Lamela (Papu Gómez 75'), Ocampos y Rafa Mir (Munir 82').

Árbitro: Mateu Lahoz (valenciano). Expulsó por doble amarilla a Guido Rodríguez (45'). Amonestó con amarilla a Tello y Diego Carlos.

Gol: 0-1 (55') Acuña; 0-2 (81') Bellerín, en propia puerta.