No sé exactamente cómo comenzar la crónica de la victoria de oro que ha conseguido el Real Betis Balompié en el estadio de La Cerámica, teniendo en cuenta el atraco arbitral que ha sufrido el conjunto verdiblanco, pero voy a intentar hablar un poco de fútbol y luego seguimos con este asunto.
El partido comenzó sin dominio por parte de ninguno de los dos equipos y se convirtió, durante unos minutos, en un correcalles de ida y vuelta con ataques de ambos conjuntos.
Tras este tramo en tierra de nadie, el Villarreal insistió con varios ataques seguidos sobre la portería de Fran Vieites, pero sin llegar a inquietar en ningún momento al guardameta verdiblanco.
Rondando el minuto 20, el Real Betis se hizo con el balón, con el mediocampo, y, por ende, con el dominio del encuentro, propiciando que el terreno de juego se inclinara hacia la portería del Villarreal. Así, en el minuto 32, Vitor Roque, con un gran cabezazo tras un caramelito de centro de Abde, consiguió anotar un golazo que subía el 0-1 al luminoso de La Cerámica.
Tras el gol verdiblanco, me acordé del refrán que dice: “Qué poco dura la alegría en casa del pobre”, y es que, si al Real Betis algo puede salirle mal, le va a salir mal. Aunque, en esta ocasión, no es que le saliera mal, es que han querido que le saliera de este modo.
Solamente un minuto después de ponerse por delante en el marcador, Chimy cortó una contra con una falta sin más y el excelentísimo y glorioso señor colegiado del encuentro, Cuadra Fernández, en un ataque de desconocimiento, soberbia e ineptitud, sacó la tarjeta roja al 9 verdiblanco con una rapidez, decisión e intransigencia con la que ni un dictador hubiera actuado.
Lo peor del asunto no es que haya sacado la roja, que en directo puede dar lugar al error, sino que ni el amable colegiado que está sobre el césped, ni su coleguita sentado en una mesa con 890 televisores y 1.200 repeticiones, han tenido la dignidad de acercarse a esa maravillosa herramienta llamada VAR, que alguien inventó para mejorar las decisiones arbitrales erróneas. Pero claro, para ello hay que querer ser buen árbitro y buena persona. Y, visto lo visto, ninguno de los árbitros implicados en esta jugada lo son. Porque el VAR es una gran herramienta en manos de gente honrada y honesta, valores que escasean o ni existen en el Comité Técnico de Árbitros de este país.
Volviendo a lo futbolístico, el Betis consiguió llegar al descanso por delante en el marcador, sin que el conjunto local tuviera ninguna ocasión.
Y lo que es el fútbol. Tras la reanudación, cuando apenas se cumplía el minuto 47, el Real Betis Balompié anotó el 0-2 tras un lanzamiento magistral de falta desde el borde del área de Gio Lo Celso. La mejor noticia posible para un equipo que llevaba desde el minuto 34 con un futbolista menos, y que afrontaba una larga segunda parte.
Desde el segundo gol verdiblanco hasta el final del encuentro, el partido se convirtió en un ejercicio de supervivencia para los jugadores de la Palmera, que solamente vieron quebrantada su defensa con un gran gol de Álex Baena en el minuto 55.
Ah, se me olvidaba. El Betis, en el minuto 51, habiendo cometido seis faltas, llevaba una tarjeta roja, una amarilla para Lo Celso, dos amarillas fuera del campo para Bakambu y Aitor, y otra amarilla para Pellegrini. Ahí queda eso.
El partido seguía su curso y al Real Betis no le quedaba otra que resistir las embestidas locales, prácticamente todas basadas en centros laterales. Estos casi siempre fueron bien repelidos por la defensa verdiblanca, salvo una ocasión muy clara que Sabaly, en el minuto 59, salvó en la línea de gol tras una salida irregular de Vieites. El senegalés, con una acción “valor gol”, como dicen los modernos, consiguió despejar milagrosamente.
El Villarreal, aparte de esa ocasión, no consiguió superar con claridad en ningún momento la defensa verdiblanca, más allá de algún disparo muy desviado o algún cabezazo sin peligro tras uno de los cientos de centros laterales que los diez jugadores del Real Betis Balompié han despejado en la tarde de hoy.
Victoria importantísima contra un rival directo, tres puntos de oro para seguir escalando, no solo en puestos en la liga, sino también en sensaciones, para relajar y calmar un ambiente en la afición que, a mi parecer, era totalmente desmesurado.
Onces iniciales:
Villarreal CF: Luiz Júnior; Kiko Femenía, Bailly, Raúl Albiol, Cardona; Yeremy Pino, Guaye, Dani Parejo, Álex Baena; Gerard Moreno y Ayoze Pérez.
Real Betis Balompié: Fran Vieites; Sabaly, Marc Bartra, Diego Llorente, Perraud; Johnny Cardoso, Sergi Altimira; Chimy Ávila, Lo Celso, Abde; y Vitor Roque.
Goles:
Vitor Roque (0-1, minuto 32)
Lo Celso (0-2, minuto 47)
Baena (1-2, minuto 55)
Raúl Armario Perea