martes, 28 de octubre de 2025

EL DIA DE LA MARMOTA

No encuentro un mejor título posible para lo sucedido en la Cartuja ayer que la referencia a la famosa película que lleva el mismo nombre.


 

Y es que salvo el 1-0 del Villamarin el año pasado, parece que pasan los encuentros y las temporadas y los enfrentamientos contra el Atlético de Madrid De Simeone son una y otra vez la misma historia.

El partido comenzó de la peor forma posible cuando te enfrentas a un equipo del Cholo, tras un despeje de Bellerin que toca en un rival el balón le cae llovido del cielo al hijo del entrenador que aún el mismo sin saber cómo con la pierna mala sin dejarla caer ajustó el balón de forma perfecta al palo para que Pau López nada pudiera hacer anotando el 0-1 y echando un jarro de agua fría sobre los pupilos de Manuel Pellegrini y sobre cualquier preparación de partido posible.

A partir de aquí, minuto 3 insisto, el Atlético de Madrid durante la primera parte se dedicó a meter a sus 11 jugadores en dos líneas cerca de su área a esperar el falló bético y salir a la contra como así sucedió en un par de jugadas peligrosas en las que solo la puntería evitó el segundo gol colchonero.

El Real Betis no estaba haciendo un mal partido ni mucho menos pero ya se veían esas cositas que hacían presagiar que no iba a ser el día, por ejemplo los rebotes caían siempre del lado visitante, los uno contra uno se quedaba el balón enganchado en el césped, las decisiones arbitrales de las faltitas siempre en contra, una serie de situaciones poco halagüeñas como así pudo comprobarse posteriormente.

Y si un jarro de agua fría fue el 0-1 nada más comenzar, un jarro de agua helada fue el 0-2 de Baena en el añadido del primer período. Tanto por cierto precedido de para este que les habla un penalti clarísimo a Natan por parte de Le Normand que la sala VOR en una alarde de generosidad y maestría en análisis de jugadas tardo la friolera de 10 segundos en comprobar que en esa acción no existía absolutamente nada, bajo su criterio claro. Que lejos parecían quedar aquellas revisiones de minutos con escuadra y cartabón en Cornellá donde frame a frame y milésima a milésima se analizó una jugada para inventarse un penalti en contra de los verdiblancos, pero bueno, eso es harina de otro costal.

En el descanso Pellegrini deshizo un doble pivote que bajo mi criterio nunca debió ser titular para dar entrada a un Gio Lo Celso que jugó a buen nivel los segundos 45 minutos dándole al equipo esa claridad en tres cuartos de campos que había faltado en el primer periodo.

Pero ni Gio, ni Antony, ni Abde, ni Cucho, ni Bakambu, ni Amrabat ni el santo padre si se hubiera vestido de verdiblanco anoche hubiera sido capaz de anotar un gol ayer, unas veces por falta de puntería y otras por tener enfrente un portero que cobra un pastizal por parar las 4 o 5 ocasiones que el equipo rival tenga por partido, y ayer fue uno de esos días.

Podía haber estado el Real Betis jugando 3 días más que el marcador no se iba a mover de ningún de las maneras, no era el día, salió mal todo lo que tenía que salir mal seguramente ante el equipo que más aprovecha tus días malos. 

En el segundo período el Atlético se dedicó a perder tiempo, a mantener sus dos líneas juntitas y a confiar como les decía en la mala puntería verdiblanca y en el acierto de su guardameta. Ni más ni menos, lo justo y necesario para llevarse de forma injusta 3 puntos del duelo Champions en el que el Real Betis Balompié volvió a estrellarse contra sus aspiraciones de dar un golpe sobre la mesa en la tabla clasificatoria.

Alineaciones:

Real Betis Balompié: Pau López, Bellerín, Bartra, Natan, Rodríguez, Fornals, Amrabat, Marc Roca, Antony, Ez Abde y C. Hernández.

Atlético de Madrid: Oblak, Llorente, Giménez, Le Normand, Hancko, Koke, Barrios, Giuliano, Nico, Álex Baena y Julián Álvarez.

Estadio de la Cartuja, 57537 espectadores.

Raúl Armario Perea