domingo, 30 de octubre de 2016

OTRO FIASCO EN EL VILLAMARÍN




 Hoy ha sido otro día en que el partido ha sido infumable, no ha habido por donde sacar algo positivo, salvo la preparación física. Un equipo sin alma que es la dirección del juego, que quiere y no puede y en algunos casos no sabe qué hacer.




El partido comienza con una buena disposición sobre el terreno de juego, intentando jugar con el esférico y presionando tras las pérdidas para evitar el contragolpe que era el plan preparado por Quique Sánchez Flores para este partido. Mientras que el Real Betis intenta jugar el Espanyol espera replegado su oportunidad que durante el primer tiempo no se presentó. A pesar del partido tan aburrido que hemos presenciado en su primera mitad, el Real Betis ha dispuesto de varias ocasiones que no han fructificado: Sanabria (minutos 4 y 11) y Rubén (minutos 24 y 31) han gozado de oportunidades que no han acertado a enviar a la red. El Espanyol por su parte ha tenido el primer acercamiento sin consecuencias en el minuto 12 y en el 35 Adán neutraliza un remate desde el área de Gerard.
El segundo tiempo empieza con un Real Betis con más intención y el Espanyol muy ordenado en el campo esperando para salir al contragolpe. El Real Betis sin ideas se estrella una y otra vez contra la defensa firme del Espanyol que, poco a poco, se va sintiendo cada vez más cómodo sobre el terreno de juego. Fruto de esto viene el 0-1 en un córner que Diego Reyes remata cómodamente al fondo de la red sin que Adán pueda hacer nada por evitarlo. En el primer cambio de Joaquín, el público expresa su disconformidad con una pitada al entrenador. El partido sigue siendo malo y con pocas oportunidades de cambiar el resultado, de hecho el Espanyol sólo ha dispuesto de una oportunidad de aumentar la diferencia en el minuto 31 que Adán ataja sin problemas un remate por bajo y, en el descuento, el Real Betis pudo empatar en un remate de Pezzella que desvía Diego López al larguero y acaba en córner de nuevo sin consecuencias.
Finaliza el partido con una sonora pita dedicada al equipo y coreando la expresión ¡Poyet, vete ya! con más intensidad que durante el partido.

Sería conveniente que el Sr. Poyet se centrara en rectificar los mismos errores que se cometen partido tras partido (falta de contundencia en defensa, poca fluidez en el centro del campo, incomunicación de la media con los delanteros para que se originen situaciones de gol ) y evitara entrar en esa cruzada que ha empezado con la afición y con la prensa que no le van a llevar a ningún sitio de provecho para el Real Betis Balompié que es lo importante. Por nuestra parte seguiremos apoyando al Real Betis y exigiendo que quien lo dirige se olvide de personalismos y prevalezca el bien del equipo y de la entidad.