Pedro Buenaventura Gil, corazón bético que ha dejado de
latir. A sus 86 años nos ha dejado siendo un ejemplo de servicio, entrega y
amor a un club. Desde el cuarto anillo nos seguirá dando fuerza para que
nuestra afición y nuestras peñas sigamos dando muestras de beticismo como él
nos inculcaba en sus agradables y entrañables charlas (yo he sido un
privilegiado de los que ha compartido tertulia con D. Pedro), siempre
proponiendo la unión, el diálogo, las buenas relaciones,… como no podía ser
debido a su bonhomía. Una buena persona y un bético ejemplar. Desde la
Federación de Peñas del Real Betis Balompié queremos trasladar nuestro sentimiento
a su familia. Descanse en paz.