El Real Betis vuelve a estar rozando el límite de sus posibilidades. El equipo ha perdido totalmente el rumbo de nuevo, si alguna vez lo recuperó de forma segura. Un equipo al que no se le ve un sentido, un equipo que se viene abajo a la primera de cambio, un equipo que no da un golpe en la mesa ni siquiera cuando se ve con el agua al cuello, un equipo que no demuestra serlo. Hay escuadras que ganan gracias a sus individualidades y no a su imagen de equipo, y otras que sacan los puntos adelante uniendo sus fuerzas. Nosotros no ganamos por nuestras individualidades porque los jugadores, uno a uno, se van borrando del cartel y mucho menos ganamos como equipo, no hay esa sintonía en el verde que saque puntos. El inicio de temporada fue esperanzador, inicio con portería a cero pero al parecer fue un oasis en medio del desierto. El Real Betis se ha vuelto a desmontar en la jornada 11, ojo, la jornada 11, muy pronto es este año. Somos el equipo más goleado de primera división y no solo es puntual, lo llevamos siendo desde hace cinco temporadas. Viéndolo así, es un milagro que sigamos en primera y será un milagro, si seguimos a la deriva, mantenerse en primera otra vez este año. Dejemos las historias de Europa y los cuentos para no dormir y seamos realistas mirando de verdad y de frente al objetivo de este club si nos movemos por las tierras movedizas con las que jugamos una temporada tras otra.
Esta jornada once, jornada en la que volvimos a jugar los lunes, sucedió lo lógico con la actitud e imagen que está mostrando el Real Betis, volvimos a caer derrotados, con todo nuestro respeto, por el poderoso Eibar. Y sí, viendo el nivel mostrado por nuestro equipo, el Eibar es un todopoderoso. Los eibarreses se llevaron con toda justicia los tres puntos por cero goles a dos. Un repaso liderado por dos jugadores que conocemos bien como son Bryan Gil y Pozo. El Betis solo dispuso de la ocasión clara de Tello que falló un uno contra uno con el cero a cero en el marcador, quizás la cosa habría cambiado si ese balón hubiera entrado pero es pan para hoy y hambre para mañana visto lo visto.
El ex bético Inui veía como le anulaban un gol por tocar el balón sobre la línea de meta estando en fuera de juego cuando el remate de Bryan Gil ya se colaba.
El Betis de la primera mitad poco generaba y se notaba el nerviosismo de los balones que pasaba el Eibar a nuestro campo. La fragilidad defensiva de los nuestros era muy evidente y el rival lo sabía.
A veces viene bien el descanso para reorganizar ideas, plantear un nuevo partido cuando las cosas no han salido en la primera mitad y para buscar los tres puntos de forma decidida. Lo hicieron bien, pero no los nuestros. Fue Mendilibar el que metió el veneno necesario a los suyos en el vestuario y en el minuto 49 ya se adelantaron en el marcador. Saque de esquina mal defendido, que Bryan golpeó, Esteban Burgos peino y Muto, más atento que todos los defensores béticos, remachó a gol. Pellegrini no supo explicarle bien a su equipo que tenían que hacer para llevarse los tres puntos, al menos eso es lo que se seguía viendo en el terreno de juego.
Poco más de cuatro minutos tardó el equipo armero en volver a batir a Joel Robles. Es una lástima ver cómo sabes que tu equipo con este segundo gol en contra ya no se levanta ni con una grúa. Minuto 50 y el partido estaba sentenciado. Una combinación entre Pozo y Correa por el costado derecho acabó en una salida sin sentido de Joel Robles hasta casi la esquina del área grande cuando el jugador del Eibar no tenía todas las circunstancias de cara para terminar por sí solo esa jugada con un gol, pero en fin, tampoco Joel Robles está en el mejor momento de su carrera seguramente y la presión le puede. Esteban Burgos fusiló por el centro desde el punto de penalti al arquero bético. Cero a dos.
El Betis seguía a lo suyo, dormido como un lirón. Entró Loren y William para ver si algo cambiaba pero para nada sirvieron los cambios.
Al contrario, el Eibar dispuso de más ocasiones para dejar más en ridículo a un Betis que no encontraba el norte. Bryan disparó con veneno con la zurda para obligar a Joel; Esteban Burgos, en otra jugada de estrategia en la que los futbolistas verdiblancos se quedaron mirando, también se topó con el portero bético. Ni Sergi Enrich acertó, de nuevo, desde el punto de penalti tras una falta de alevines de Bartra a Inui. Joel paró la pena máxima, la única alegría, por decir algo, para los nuestros.
El Betis miraba hacia adelante, pero solo eso, miraba, porque ideas no había. Entraron Borja Iglesias y Lainez por si acaso sonaba la campana. Pero el Betis no hacía nada de ruido, ni los que estaban ni los que entraron.
El rival estaba bien plantado, haciendo su juego, más o menos vistoso según criterios, pero una cosa sí, efectivo. Ellos lo tienen claro.
Pellegrini parece que no da con la tecla que sí acertó en los dos o tres primeros partidos. Esa fortaleza defensiva que mostró al inicio se ha esfumado, no queda ni un cerrojo.
El Betis ha vuelto a las andadas. Ha vuelto a la desgana y a no saber darle la vuelta a la tortilla en situaciones límites. La cosa pinta mal para los nuestros y sea quien sea debe devolverle al Betis, al menos, una seña de identidad para recuperar una estabilidad que perdimos hace años. 43 puntos este año y gracias.
Real Betis: Joel Robles; Emerson (Montoya 46'), Bartra, Sidnei, Álex Moreno; Guardado (Carvalho 54'), Guido Rodríguez; Joaquín, Fekir (Lainez 69'), Tello (Loren 54'); y Sanabria (Borja Iglesias 69').
Eibar: Dimitrovic; Correa, Esteban Burgos, Bigas, Arbilla; Diop, Edu, Expósito, Pozo, Bryan Gil (Sergio Álvarez 92'), Inui; y Muto (Sergi Enrich 77').
Goles: 0-1 (50') Muto; 0-2 (54') Esteban Burgos, de penalti.
Árbitro: Martínez Munuera (Comité Valenciano). Amonestó a Emerson y Bryan Gil.
